Llego a casa tarde, después de haberme tirado todo el dia en la calle, con mis amigas y Nick. Ha sido una tarde estupenda, y no hemos parado quietos ni un solo momento, por lo que estoy agotada. Al llegar saludo en voz alta, y me dirijo hacía mi habitación. De repente oigo un llanto en el salón. Voy corriendo, y al llegar veo a mi madre en el sofá, con lagrimas en los ojos, y con Susan, mi hermana pequeña en los brazos. Susan llora también. Me empiezo a preocupar.
-Mamá, ¿que ha pasado? ¿Estaís bien?- pregunto mientras me acerco a ellas.
- Cariño, ven aquí, sientate conmigo.-me dice, con voz apenada, y yo me siento a su lado- Acabán de llamar del hosital. Tu abuelo a muerto.
Las palabras no entran en mi cabeza, no puedo comprenderlas. No quiero comprenderlas. Pero el dolor se mete lentamente en mi cuerpo. Una lagrima silenciosa recorre mi mejilla. Mi madre me abraza. Me levanto y voy a mi habitación, donde estallo a llorar.
Mi abuelo vive ( me cuesta pensar en esto como pasado) en un pueblo, a ocho horas de aquí. Vive con mi abuela, y los quiero con locura. Paso todas las vacaciones con ellos: las de verano, las de navidad.. Mi abuelo ha sido siempre muy trabajador, y una figura imprescindible en mi vida. No se si podré superar esto. Pero sea como sea, siempre le voy a recordar como la mejor persona del mundo.
Estoy soñolienta, pues me he pasado llorando toda la tarde, cierro los ojos y me duermo. Lo último que pienso es en él.
Te quiero, abuelo.
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